lunes, 18 de julio de 2011

En este espacio incluiré textos de amigas y amigos que comparten conmigo el mismo amor, pasión y deslumbramiento por el fascinante mundo de las palabras.
A todos ellos, mi profundo agradecimiento por la valiosa colaboración que, sin duda, habrá de jerarquizar este blog.

Carlos A. Agú

I

Practicó infinidad de veces. Y lo logró. Se trasladaba en el espacio con sólo pensarlo. Pensaba: Ascochinga y ya estaba caminando en una de las calles de las serranías cordobesas. Pensaba: Niágara y estaba contemplando las cataratas.
Lo que no había desarrollado era la clarividencia. Esa tarde pensó: Luna. El aerolito, diminuto pero contundente, fue certero.

    II
Cacería

Era día de caza. Preparamos los arneses necesarios, no sin recelo. Debíamos ser rápidos y contundentes. La intemperie era malsana, entre otras cosas, por los hedores. Visualizamos la presa y en diez minutos estábamos celebrando.
Fuimos recibidos como siempre: aplausos y que se repita. Comimos hasta saciarnos. Guardamos el resto, ya cocido. No hay, en esta época, refrigeradores; no hay bosques, no hay animales ni aves y pocos insectos. Escasea el agua sana.
Debemos estar atentos, dijo el líder del grupo. En cualquier momento somos presa de alguien.

    III
Imagen

Estaba cansado de su rostro, de esa devolución del espejo todos los días. Quería cambiar. Que los otros, en la oficina, en el club, en la calle, lo vean diferente. Que el mismo se vea diferente. En la entrevista con el cirujano detallo, al mínimo, su inquietud. Cambiar el rostro. No es fácil, adujo el profesional; no es fácil, corrigió, para usted; para mí es sencillo. Pues, hagámoslo sencillo, dijo.
Roberto se miró al espejo y no se reconoció. Fue a los lugares habituales y no lo reconocieron. Fue ahí cuando se hizo la verdadera pregunta: ¿Quién soy?
Desde entonces se lo busca. Se sabe, como leve referencia de sospecha, que está perdido en un laberinto de espejos.
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Oscar A. Agú nació en 1947 en Hersilia y, actualmente, reside en Santo Tomé, provincia de Santa Fe. Profesor de Filosofía. Poeta y escritor. Es un autor que ha trascendido los límites provinciales y nacionales. Colabora con la revista El arca del Sur y otras publicaciones impresas y electrónicas. Trabajos suyos integran las antologías Silencio a cinco luces (1994),  Decantología (1995) y Mesa de Poetas (ASDE, 1997).
En forma individual publicó los libros de poesía: En encuentro, 1977; Desde el parque, 1985; Cadencias, 1986; Paisajes de luz, 1989; Disolución de límites, 1991; Crónica de una herencia, 1996.
 

1 comentario:

  1. La cacería es un cuento distópico, nos aproxima al horror de un mundo destruído, donde los sobrevivientes son unos cavernícolas solitarios del futuro. Ya no hay floresta ni especies animales.El autor dice tanto con tan pocas palabras. Magnífico!

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